sábado, 24 de julio de 2010

la ley de gravedad



lo grave
es la cuota de raciocinio
que cree
contra todo evidente pronóstico
es el alma idiota
presta a suicidarse
ante cualquier
mampostería
carro de caballos
cascarón de idea rancia
ante cualquier
fonema que empiece con a

lo grave
es ese punto inclinado para adentro
chamuscándose como un kilo de merluza
siempre con la misma determinación
la frente yéndose contra el machimbre


lo grave
es saber por dónde no entrarle al azar
y volver a entrarle
sesudamente por la misma vertiente
con la tripa degollada sangrando


lo grave
es alentar a las rodillas al salto de canguro
y embocar la hilacha en el empedrado húmedo
y
no
gritar


lo grave
es tener un corazón sin domesticar
un corazón como un paragüas dado vuelta
lo grave es tener volcado el corazón
y una razón que no se le da por silbar


lo grave
es andar murmurando
panteón
estaca
estuario
camello
albóndiga

dibujarse la espalda
insistir los dolores
avasallarse los contornos
dejando (te) a vos mismo
solo solo
frente al desconsuelo


lo grave
es la miserable mueca que le recortas a la poesía
los panes y los peces que le atribuís a la modestia


lo grave
es ser un baldío que desmerece
el rodeo en zigzag del cardo ruso


ser una luna endemoniada purgándole al viento norte
los rezagos de su corteza de papel glacé

lo grave es infringir la ley de gravedad.

lunes, 19 de julio de 2010

ceniza de pajarito



Confundiendo los verdes te observo.
Tuerzo mi mejilla mientras, sigilosamente.
Entre una cortina, entre otra.
Allí arrinconado en el rincón.
Piquito su chico.
Pajarito mozo.
De asomos, te reinvento azul.
Que te andas quejando siempre.
Cada día más pequeño.
Que es el aire que viene cargado de tormentas.
Que todo es una misma cosa.
La materia, me dices.
Que ni otoño ni verano.
Ni nieve ni ventanas consigues distinguir.
Que la vida es un tango.
Siempre una nostalgia alumbrando.
Que de romper el aire a puñetazos te has cansado.
¡Qué extraviada anda la gente!
¿Dónde han olvidado sus sombreros?
Que ni los zapatos se miran.
Tan apurada que ni huele.
Abunda lo que desmerece mi vuelo.
Qué desdicha verlo y nisiquiera poder cantarlo.
Pajarito multicolor averiado.
De papel crépe.
Cada vez que mueres
nace una nueva melodía del viento.
Quisquilloso.
Barrigón
Plumero rosa.
Yo te miro.
A secas de sueños estoy
y te posas de un aleteo en mis rezos.

......