viernes, 24 de junio de 2011

el agua hasta los tobillos

el telón que se abre
y descubre lo oculto
las lucecitas de neón
las mismas bocinas de siempre
las llantas chirriando
y de fondo de abajo hacia arriba
de adentro hacia afuera
la lluvia
con su corolario irremediable
sentada ella con el gesto de la derrota
bordeándole el labio inferior
tapadita hasta los tobillos
helada de desesperanza
sentado él con los ojos menguados
me quiero ir a la mierda
dice
vamonos de acá
y en la mitad de la respuesta
los ojos de ella son dos baldes de agua.

buenos aires llora
a borbotones
a moco tendido
llora
porque un día ellos van a partir
y la van a dejar
con el vestido de lentejuelas puesto.

miércoles, 22 de junio de 2011

colapso

quiero un pastito adonde poner los pies quiero mis brazos estirados formando nubes quiero más cielo y más cuadros bonitos para mirar quiero más caras sin máscaras donde la esperanza sea cierta quiero un lugar vacío para viajar mecerme con las olas quiero navegar en el mar quiero un mimo que dure para siempre quiero no tener que suspirar quiero un cachito de paz del color que sea una hoja vacía para dibujar y después que sea una grulla quiero un único sonido de silencio no quiero más olor a ciudad quiero una frutilla con sabor a frutilla quiero afiches que digan una verdad quiero a mi abuela tejiendo cerca de mi ventana no quiero olor a humedad quiero una pared que me sostenga no quiero correr más nunca más quiero que la gente sea un cachito más gente menos palabras más humildad quiero mirar más a los ojos menos máquinas chocolates en frascos un piano en mi casa quiero ser un puente no una sombra de nadie ni una opción para descartar quiero palomas mensajeras con picos colorados golpeando mis vitrinas quiero que la comida esté en la mesa cuando llego a mi casa quiero una estufa prendida todo el día quiero más gracias un poco solo un poco más de generosidad quiero el olor a la tierra mojada quiero quiero los dedos negros de barro quiero que los animales sean animales quiero que los niños sean niños quiero menos explicaciones quiero un poco menos de ego quiero un regalo cada día quiero que no me moleste la ropa ni las mochilas ni pensar que tengo que recordar cosa importantes quiero menos fechas menos plazos menos preocupaciones menos obligaciones quiero yo más jugar y también y sobretodo quiero no pensar más. 

sábado, 18 de junio de 2011

fecunda



te quiero desnudo
así con las palmas ahuecadas
para que me entibien
en la oscura fiesta de la luna
con tu aliento de León
te quiero acostado
sobre mis flores turgentes
en línea horizontal
de frente al cielo
te desprendo las pupilas celestes
con mis yemas temblorosas
te rodeo con mis piernas ramificadas
abro mis labios sudorosos
para que te aventures a mi paisaje
tierra espesa fértil amarronada
de arbustos y pájaros silvestres
y te susurro jadeante
arrojá tus semillas
en este surco que se expande
que vamos a plantar
para que le crezcan gajitos
a esta pampa mía
que quiere ser una extensión nuestra.


miércoles, 1 de junio de 2011

todo se lo debemos al silencio

















nos levantamos
con la certeza
de la lagaña en el ojo


buscamos
cada día
la correspondiente sorpresa
dondequiera que se atreva


hacemos
fuerza con los órganos sexuales
para justificar la manzana y la herencia enseñada


y dejamos
que los paraguas los inodoros las pastillas las estufas se encarguen


(cúantas veces inútilmente)


apretamos cerramos movemos cortamos rasgamos tachamos cruzamos doblamos
botones bisagras cierres pañuelos manos palancas medias almanaques perillas teclas ojos puños


salivamos
tiempo
nos lo tragamos
con pelusa y todo
le hacemos
un guiño o dos
le caemos encima
sin cita previa
le exijimos lo ultrajamos lo violamos lo vapuleamos


aborrecemos la mirada de los ángeles
descreemos de su beso


maldecimos
cada gota de más en la frente
cada abrazo de menos en el tedio


encarnamos
nombres máscaras personajes que no son sino nuestras faltas
clausuramos
pensamientos
apuramos
la semilla en la tierra
le pedimos
regaderas al cielo


denegamos
permisos
porque tememos


(y también porque aprendimos, el miedo también se enseña con saña se enseña)


que al otro no le interese
ni una migaja
del campito privado


nos tapamos
ahí abajo
para que el frío
no nos deje al descubierto lo escaso poco nuestro bien preciado bien nuestro que
¿tenemos?


(elíjase sin con ene o con eme, esta vez)


enunciamos
malestares
porque si hay de bueno
la envidia y el pavor al arrebato
(otra vez el miedo pero potenciado)


nos damos por vivos en cada aguja del reloj


pensamos que el acá abajo tiene sentido
y nos atrevemos a descreer del más allá


(qué miserables)


y sin embargo
damos por sentado
los lunares en la nuca
el rocío invisible lejos balanceándose
lo espeso que se revuelca adentro del sexo
la raíz debajo de la uña
y que el párpado de noche se pliega
nuestra madre dormitando
nuestro padre haciéndole el amor


confiamos
en el poder de la cafeína
y en el aliento
estremecedor aliento peinando y desordenando el deseo el aliento


(ay si el olor fuera siempre tu aliento)


nos manifestamos
a favor de dar batalla
porque somos curiosos y más aún correctos
porque dormir es cosa de enfermos


y sobretodo
nos damos el lujo de soportar


sí, dije bien, soportar


(todo lo dicho anteriormente justifica con creces esta última frase)


en abundancia
en demasía
digamos
sin oponer resistencia


que se extravíe
el paradero del silencio


nada nada nada nada nada nada nada
tenemos nada para decir a favor del silencio




(qué insolentes)


qué poco nos lo merecemos.