Confundiendo los verdes te observo.
Tuerzo mi mejilla mientras, sigilosamente.
Entre una cortina, entre otra.
Allí arrinconado en el rincón.
Piquito su chico.
Pajarito mozo.
De asomos, te reinvento azul.
Que te andas quejando siempre.
Cada día más pequeño.
Que es el aire que viene cargado de tormentas.
Que todo es una misma cosa.
La materia, me dices.
Que ni otoño ni verano.
Ni nieve ni ventanas consigues distinguir.
Que la vida es un tango.
Siempre una nostalgia alumbrando.
Que de romper el aire a puñetazos te has cansado.
¡Qué extraviada anda la gente!
¿Dónde han olvidado sus sombreros?
Que ni los zapatos se miran.
Tan apurada que ni huele.
Abunda lo que desmerece mi vuelo.
Qué desdicha verlo y nisiquiera poder cantarlo.
Pajarito multicolor averiado.
De papel crépe.
Cada vez que mueres
nace una nueva melodía del viento.
Quisquilloso.
Barrigón
Plumero rosa.
Yo te miro.
A secas de sueños estoy
y te posas de un aleteo en mis rezos.
......
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