ay buenos aires que histérica que sos
te vangloreás de tus cerebritos abiertos
de tu vino exclusivo y tu séquito de intelectuales ilustraditos
y de tus músicos glam que usan anteojos oscuros de noche
para ocultar los ojos inyectados de placer
eyaculando sobre adolescentes enfundadas en medias de red
y siempre estás llegando tarde a todos lados
ay buenos aires que careta que sos
que bien te quedan las tachas donde sea que rasguñen
los yuppies trajeados orinando tus edificios fluorescentes
las pastillitas de colores decorando todos tus pasteles
los raros peinados nuevos de las nenas punk de lenguitas perforadas
que bien te quedan ese lunfardo enmaquetado
y las poses de vinílico amontonadas
al borde de los posters descoloridos de la Nouvelle Vague
ay buenos aires qué triste tu herencia
y todas las postales de las esquinas en las que te prostituís
por
dos
pesos
con
cincuenta
(con énfasis)
ay buenos aires dejá de mirarme los muslitos
como si fueras a usarlos de bufanda
sino vas a atreverte
(quiero escucharte chirriar los dientes)
ay buenos aires que tramposa que sos
te pusiste la boquita bien rojita la minifalda de jean
y los borcegos guerreros
y no libraste ni una sola batalla
para pagar todo lo que debés
ay buenos aires sacate la careta
dale un día de oportunidad al sol en tus balcones
y vas a ver como te destrozan la cara una a una todas tus madrugadas
tenés la espalda surcada de cirugías y clishés pasados de moda
de dobleces y estrecheces
de plagios de plagios de plagios de plagios
sos un cubo milimétrico de durlock
uno
pegado
al
costado
del
otro
con un río que no te merece
paseándose en carruajes manejados por nobles
adentro tuyo las puertas están clausuradas
sos sí una ventana con caída libre a la desidia
la ambición de los que sudan la fila
y te sostienen
con las billeteras hambrientas al grito de la revolución
esperando que se enciendan en composé tus lucecitas de neón
ay buenos aires
que chiquita te queda la chapita
ay buenos aires
deja de prometer
te pido
por una vez
que después no te da el cuero
y no podés
dejá de ser una vidriera
y llena las estanterías
que hambre es lo que sobra
sos inabordable
de tan exquisita que sos
ay buenos aires
deja de hacer como si
y sé lo que tengas que ser
por una puta vez.
te vangloreás de tus cerebritos abiertos
de tu vino exclusivo y tu séquito de intelectuales ilustraditos
y de tus músicos glam que usan anteojos oscuros de noche
para ocultar los ojos inyectados de placer
eyaculando sobre adolescentes enfundadas en medias de red
y siempre estás llegando tarde a todos lados
ay buenos aires que careta que sos
que bien te quedan las tachas donde sea que rasguñen
los yuppies trajeados orinando tus edificios fluorescentes
las pastillitas de colores decorando todos tus pasteles
los raros peinados nuevos de las nenas punk de lenguitas perforadas
que bien te quedan ese lunfardo enmaquetado
y las poses de vinílico amontonadas
al borde de los posters descoloridos de la Nouvelle Vague
ay buenos aires qué triste tu herencia
y todas las postales de las esquinas en las que te prostituís
por
dos
pesos
con
cincuenta
(con énfasis)
ay buenos aires dejá de mirarme los muslitos
como si fueras a usarlos de bufanda
sino vas a atreverte
(quiero escucharte chirriar los dientes)
ay buenos aires que tramposa que sos
te pusiste la boquita bien rojita la minifalda de jean
y los borcegos guerreros
y no libraste ni una sola batalla
para pagar todo lo que debés
ay buenos aires sacate la careta
dale un día de oportunidad al sol en tus balcones
y vas a ver como te destrozan la cara una a una todas tus madrugadas
tenés la espalda surcada de cirugías y clishés pasados de moda
de dobleces y estrecheces
de plagios de plagios de plagios de plagios
sos un cubo milimétrico de durlock
uno
pegado
al
costado
del
otro
con un río que no te merece
paseándose en carruajes manejados por nobles
adentro tuyo las puertas están clausuradas
sos sí una ventana con caída libre a la desidia
la ambición de los que sudan la fila
y te sostienen
con las billeteras hambrientas al grito de la revolución
esperando que se enciendan en composé tus lucecitas de neón
ay buenos aires
que chiquita te queda la chapita
ay buenos aires
deja de prometer
te pido
por una vez
que después no te da el cuero
y no podés
dejá de ser una vidriera
y llena las estanterías
que hambre es lo que sobra
sos inabordable
de tan exquisita que sos
ay buenos aires
deja de hacer como si
y sé lo que tengas que ser
por una puta vez.
"músicos glam que usan anteojos oscuros de noche
ResponderEliminarpara ocultar los ojos inyectados de placer
eyaculando sobre adolescentes enfundadas en medias de red"
dios te oiga, maruquenia.
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"ay buenos aires dejá de mirarme los muslitos
como si fueras a usarlos de bufanda
sino vas a atreverte". → me encanta.
besho,
eiti.
Si, es un manifiesto rabioso y descarnado. Un realismo a mi manera, tibio aún pero camino a incinerarse... ay! quien pudiera arrebatarle un centímetro al gran Bukowski, que de eso sabe y mucho.
ResponderEliminargracias por honrarlo con su visita.
ayyyyyyyy
ResponderEliminarqué bueno
a rabiarrrrrrrrrrr
vamos con los versos que ladran... esos busco. esos me gustan
muy bueno compañera
y dele que arranKamos a escribir panfletos... en colaboración...asi de rabiosossssssass
gracias urgenia
ResponderEliminargracias a usted, princesa de ojos aceituna.
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