jueves, 24 de noviembre de 2011

el poema que no

Noches y noches
veinticuatriplicadas
demoradas
en sueños alborotados
sin promesas
de redenciones

(allá en lo bajo
el barro estupefacto

bracea 

sobre los mortales
inflados de ego lisérgico)

pero en la negrura
la oclusión
del Poema
entre la luna y el sol
de mi laringe
atormenta al poeta

la pata de un murciélago
puja con su uñita filosa
el Poema arremete el lomo
la uñita le hiere la dermis
el animal tiene con qué
el Poema no
el Poema lucha
no lleva razón ni bandera
no se deja sobornar

el Poema está jodido
bien jodido
tiene en su alma
toda la libertad
de las estrellas
y en la luz del día
(la que le niegan)
hay una alfombra
de amapolas
para los pies 
del poeta desvelado.




miércoles, 16 de noviembre de 2011

memoria emotiva







¿Cuándo había empezado a llorar por su padre? ¿cuándo sus quejidos habían comenzado a ser parte de ese monstruo maldito que desde las tinieblas amenazaba con tragarse entero su cuerpo?. Llevaba sesiones y sesiones nombrando a su padre. Anoche volvió a sufrir por él cuando se rebanó casi entera la uña pelando una papa. Con la papa, con la papa, se oía, cuando de su boca salía Papá Papá. Lloró. Lloró como llora una niña. Con el mismo terror de una niña que no sabe de dolores más grandes. Lloró con un dolor que brotó y le creció desde el fondo de sus pies hasta convertirla en palmera. P trataba de consolarla. No podía ver cual era la profundidad de la herida. No había sangre a la vista. Pero ella agonizaba muerta de terror alejando su mano de la suya y de cualquier otra que en aquel momento se hubiese atrevido a tocarla. Lloró. Llora ahora mientras lo escribe, despacito sin que nadie la vea, con lágrimas finitas e indelebles. Pero anoche no. Anoche lloró con lágrimas pesadas como cuajos que venían de muy lejos arrastrando ramas, calores húmedos de cuarenta grados, pastos verdísimos, esqueletos de pescados. Lágrimas que venían del Río Paraná. Lloró con el mismo dolor de aquel sábado en que su padre se rebanó la uña al borde de esas aguas y ella se desmayó. La sangre le impresionaba. Y el dolor de su padre le hacía sentir a la muerte cerquita murmurándome cosas al oído. Clarita la imágen. Su padre tratando de calmar el dolor de sus pies de porcelana y ella yéndose a otro lado para no ver las gotas redondas de sangre manchando la arena. La uña, enterita, pereciendo. Hoy se le dió a  su madre por enviarle uno de esos mails donde aparecen frases fáciles con imágenes cursis que la mayoría de las veces terminan en la bandeja de correo no deseado. Lo abrió. Hablaba de todo lo que dicen las manos y no miramos. En la primera imágen ella vió las manos de su padre. Manos fuertes de follaje generoso. Manos todopoderosas de nudillos anchos y deformes. Manos que extrajeron espinas de sus piecitos niños. Manos que lijaron sillas de maderas nobles con cuatro patas donde sentar las horas. Manos que masajearon huesos quejosos de cerebros cansados de pensar. Manos que dibujaron nombres con letras maravillosas en las primeras hojas de los cuadernos. Manos en donde ella se sintió pelotita de goma, muñeca de lana, princesa de cuentos. Manos que construyeron futuro para sus mujeres. Musas inspiradoras. Manos que a veces duelen de abrazar la vida. Manos que se entrecruzan hace treinta y un años a la hora del almuerzo, para conversar con los dedos. Manos que se envuelven como tejidos en busca del abrigo merecido.

sábado, 12 de noviembre de 2011

sin el privilegio



Harta
marginada
excluida
del sistemita

con las miguitas apretándole los dientes


negrita de mierda
camuflada de tules
eso sí
educada muy educada
en el arte de la socialización
y las comunicaciones

desheredada
al borde

estúpida
cree y cree
y se inventa una risa
entre tanto se sacude
el polvo de los hombros

el derrumbre la dejó
desamparadita entre el gentío
y sin su estampa


así reacciona
adentro
de un siete coma tres por ciento
secándose
las lágrimas y el sudor
que le brotan desde la cabeza
y la deja a centímetros del chiquero

ahí protesta
abajo
donde la colocó
la pirámide


con las ideas cada vez
más ciertas
por cierto


(el poema)

acá
ellos
(que es mucho pero mucho más que yo)

él que le crece como arvejita
y nada
a pata ancha
cobijadito
en su colchón silencioso
de amapolas jugosas

él solo conoce de amor

los dos en una esquinita
estirando las puntas 
de las raíces cada vez
empapelando de luces
su jardín trinchera
tarareando melodías 
con letras desparejas
que les anuncian
tal como son
dos pequeños bombeadores
prisioneros de su

muy propia e imperfecta

l  i  b  e  r  t  a  d.



lunes, 24 de octubre de 2011

y si lo escribiera ¿qué?



Podría escribir
¿y ahora qué?
la efervescencia se fue
y el cuerpo trasciende
Podría escribir
los ojos me arden
y eso que empieza con a
la azalea se volvió más rosada
y hace más de un día que no veo
las plumas negruzcas de las palomas
pararse en mi ventana
Podría escribir
me he cansado de estos olores
de la interpretación de esta niña maldita
de las paredes tercas
de los martillazos en la casa de arriba
Podría escribir
que la música
no despertará lo que hace tiempo se durmió
descargas lujuriosas en los vértices
más gozosos de mi cuerpo
Podría escribir
la puerta está cerrada con candado
añoro a aquella otra mujer
la de las faldas ajustadas
alguna que otra terraza veraniega
un sábado de fiebre
tres o cuatro amigos
el lobo aullando
los sueños postergados
Podría escribir
de eso que empieza a permancer
y ya casi no perturba
Podría escribir
y decir todavía soy
sapo de otro pozo
y a veces no por conveniencia
o tortuga sin caparazón
y que ellas lo sepan
como siempre en una posdata
o ponerle un adjetivo ignoto
a la manzana
sin que su cáscara
se vuelva menos cotidiana
no reparar
en el curso de mis jugos
que perecerán aún
cuando nada fluya
dirán que liviandad
con qué soltura
arroja la palabra
no hay montañas
ni versos de esos
que te dejan
las pupilas temblorosas
sin embargo
Podría escribir
nada me falta
al final el futuro
era solo una fantasía
y en lo más hondo
tengo habitado el vacío
y la soledad
ay la soledad
perra embustera
ahora es un árbol
y la que no trepa
buscando una rama
donde y para
el paradero de mi jactancia
soy yo.






miércoles, 12 de octubre de 2011

plegaria

te escribo

a la hora en que
las nubes cargan barrigas pesadas

y el rompimiento
resquebraja los hombros
y reverdece los árboles
a través de mi única ventana

te escribo

a mi
(todavía)
la vida me duele en los huecos
¿sabés?

en el camino hay tanto color para amar
pero los ojos se quedan prendidos
ahí en esos huecos
y por más que los pelos y los huesos y las razones
uno sigue estando desnudo y pequeño para siempre
la vida cada cuatro o cinco días
es una cinta rosa viejo apretada
y no hay milímetro de aire 
por donde entrarle
ni con la punta de un alfiler

y la alegría es coraje
y uno
no se atreve

te escribo

cuando estés afuera
yo te voy a apretar contra mi pecho
y como mi conejito blanco
vas a sanar

(como dice mi amiga que los hijos sanan)

la luz viene de muy adentro
la traés en hilos dorados
esos hilos que tejen y no atan
lo sé

con los brazos me acercarás el horizonte
y le vamos a cortar las puntas
para que broten de mi boca como guirnaldas
las letras verdaderas de los poemas
las que no mienten

que vamos a cantar descalzos
y cada una de tus risas será un pájaro
trayendo del pico la arena del mar

te escribo 

otra cosa no puedo
las manos envueltas
las pestañas cubiertas de moho
el amor regalándome un nuevo espejo
y las ganas de que atravesemos mi sombra
los dos juntos al galope
en un caballito de madera

te escribo

el ombligo se entibia
y atrás vos
brotecito
minúsculo corazón de azúcar
pedacito de rubí parpadeante
promesa de jardines perpetuos.



jueves, 6 de octubre de 2011

paro la pelota

paro la pelota y me detengo
afuera una horda de ranas aguardan
con ojos y bocas expectantes
paro la pelota y me contemplo
no estoy aún en infracción
dejé descansar los oídos
de las burbujas y los martes
cada vez más angustiantes
no pretendo siquiera una caricia de los árboles
nada nada nada que me lleve al pensamiento
paro la pelota embarrada
no sé como sigue la jugada
todo me lo han contado pero yo
yo no sé
hay un estante entero de libros
flácidos e inabordables para manotear
es evidente el destino
pero hay demasiados pisotones
en el camino las miguitas
se hicieron budines
el amor es un enorme castillo
y a mi nunca me gustaron los zapatitos

el desengaño tiene uñas filosas
pero ahora soy yo
y es mi pie el que tiene miedo
los dedos se meten para adentro
y son mis pechos los que están sudados
dejándose crecer rozgantes
cada vez menos míos
sobre la línea de la cancha
los sentidos están en guardia
para no dejar entrar ni uno
ni un solo pensamiento
paro la pelota
he dicho
ya no puedo saltar puentes
ni rodar
ni reir
fantaseando con la muerte
regocijándome en esos oscuros tugurios
donde mi poesía se tejía heroica
y maravillosa y nisiquiera había whisky
no puedo ni decir libremente
deseo ese cuerpo o el mío
¿dónde mi cuerpo dónde yo?
paro la pelota
escucho esos pájaros rarísimos
que no conozco
rompo el libreto
con que me educaron en el amor
paro la pelota
porque este es mi juego
y se me canta.

(y nunca fuí buena para los finales)


sábado, 24 de septiembre de 2011

hija de la noche



El sábado a la madrugada nos despertamos con la voz de la mujer

rogaba tristísima diosito traemela por favor diosito

(ay mi corazón)

anoche a las nueve y cuarto yo hablaba por teléfono con mi hermana y le contaba de mis antiparras nuevas

la mujer de cuarenta años perdió el control y arrojó su casa por la ventana de su primer piso

papeles escritos toallas trapos viejos papel higiénico botellas de plástico un paragüas una caja de cartón zapatos

y una montaña de otras cosas que no quise ver

anoche la mujer gritó y gritó como venía gritando desde hace mucho tiempo

y yo no la escuché

dos ambulancias y un patrullero aguardaban en la calle

entraron por la fuerza a lo que quedaba de su casa

los vecinos amontonados miraban para arriba y murmuraban cosas que no me detuve a escuchar

los mismos que cada mañana le dicen buen día vio que sol que hace

las luces estaban prendidas

el portero decía está sola no tiene a nadie está loca

sacaron a la mujer en una camilla

reprimí el morbo y me fui

las luces arriba siguieron prendidas toda la noche
y la casa tirada seguía sobre el pasto 

el viento débil la movía apena

el mismo que se llevó sus piernas

me dormí pensando en ella

cuarenta años sin rostro

me desperté pensando en ella

corrí al comedor en plena luz del día
miré a través de la ventana 

alguien había levantado sus cosas

el pasto estaba limpio y verde

y la mujer quien sabe 

en qué lugar habrá tenido que meter su rabia

animalito de dientes afilados

tan sola y lejos de sí misma

la noche sufre
y le pide a diosito que se la devuelva.



miércoles, 21 de septiembre de 2011

escudo








Debajo de la costra
entre los hilos del tapiz
encima de las trompas de los elefantes
en la intersección de los nudos
debajo de la sisa
en el lugar del moño
entre el cierre y el elástico
guardado en la sien
en la puntera de la mesa
en el aire que queda
entre el golpe de la mano
y la tabla ajada de la mesa
sobre el palo de la escoba
mudo bajo la máscara
abajo de la piedra tallada
al fondo del vaso pegado
donde crecen los pelos
detrás de las encías
debajo de las entrañas
en el fondo del hueso
quieto en la lámpara
justo al lado del tazón
agazapado entre las baldosas
donde se mezcla la tinta y el papel
en un extremo del cuadro 
abajo del vidrio esmerilado
entre la pulpa y la cáscara
en el útimo pliegue del labio
pegado a la cicatriz
sobre ultima gota de agua
encima del dedo que me roza
oscurecido
mudo de ayer
y cerca del lenguaje de hoy

un arcaico escudo
se desvanece
hasta dolerse a sí mismo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

hay un roperito

hay un roperito cubierto de muzgo y de ropa gastada que hace tiempo la princesa se propuso indagar

hay un roperito de puertas semi abiertas que cuando es de noche no la deja pegar los ojos

(escondite de los murciélagos oscuros que no se atreve a enfrentar)

hay un roperito inatravesable que espera como esperan las almas muertas, en la habitación de la princesa

demasiado oscuro con su aroma a humedad mojada y vuelta a secar con un sol de mentira

hay un roperito donde hay partes de la princesa que son tajos, incisiones, llagas abiertas que supuran vinos que tiñen de rojo las verdades, un puñado de palabras con almíbares aborrecibles que alguna vez rezó, esquelas de fotógrafos indigentes, libros viejos en otros idiomas, antiguos testamentos de la comunicación, nada nada que precise una princesa para ser de verdad

hay un roperito que se empeña en ver disfrazada a la princesa con un vestidito flamenco color verde limón como si fuera una adolescente eterna de boca hecha de aire y pupilas como guirnaldas en papel manteca

hay un roperito que perdió sus poderes sobrenaturales, recibe pétalos de flor y lejos de prometer un rosal la hace transmutar rápidamente en una polilla hambrienta de poliéster

hay un roperito que pretende siluetas con sus bracitos dando manotazos y está tan abismalmente lejos del contorno real de la princesita

hay un roperito que un día cualquiera del mes de octubre del año dos mil doce se irá volando con sus puertas plegadas como alas, cual aeroplano, a un bosque de un cuento ochentoso donde ardillas hartas de masticar bellotas le hincarán los dientes.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

cuatro posibles comienzos de cuentos que nunca serán escritos


EN PRIMER LUGAR
Lo que más le gustaba hacer era observarlo en su actitud preparatoria. Las pupilas dilatadas. El lomo elevándose. El gato que quiere ser montaña. La cola erecta busca el cielo. Y cuando llegaba a su casa, tarde del trabajo, saber que él la esperaba. Y preguntarse ¿qué hará mientras está solo?. Adivinar sus jugarretas y sus escondites. A veces con desagradable sorpresa a través de los olores.

NO HA LUGAR
La había visto cuando barría esa parte del piso, sin embargo volvió a verla más detenidamente cuando quedó sobre la palita de plástico mezclada con otros restos de basura. Se detuvo apenas un segundo para corroborar que era esa. Sí era esa. La palabra era CONFIAR. Pensó: qué justo esta palabra, quizás no debería... y sin embargo. Desde el momento mismo en que había terminado de pegar con demasiado esfuerzo los pequeños imanes con palabras en la heladera, se había dado cuenta que no durarían mucho tiempo. A veces era mejor comprar las cosas y no darle crédito cuando le decían: es una pavada, mirá, comprás esto y lo otro, lo hacés así y asá.

NO LUGAR
Cuando se encontraba sola en algún lugar al aire libre, preferentemente un día de sol, fuera cual fuera el sitio, por lo general sentía paz. Eso diría en su próxima sesión.


LUGAR COMUN
¿Ustedes siempre vienen acá?. De pronto se encontró diciendo la frase que menos hubiera querido y sintiéndose en el exacto momento en que las palabras brotaban de su boca, absolutamente ridícula con esa maya verde recontra verde, que simulaba el Amazonas mismo encarnado en su cuerpo de ballena.

lunes, 12 de septiembre de 2011

el límite




cuando hay asco se acaba el poema
se pudren las palabras dentro de una palangana con agua
los buitres te miran gustosos salivan tus pelitos
tu mirada es de una mediocridad tan absoluta
cuando hay asco la música es ruido molesto
la sangre se te hace pelotitas como el pantalón verde
y este mundo envuelto en goma eva te resulta tan absurdo
cuando hay asco no hay fantasías ni dientes apretados
ni dulzura de madre con pechos colgantes
cuando hay asco el amor se corre a sí mismo
en una carrera de galgos polvorientos
como un cardo ruso por el campo
¿quién se va a sacrificar por tus miserias?
no viajaré sola en un tren a París
no regatearé telas en Marruecos
soy ese puercoespín que busca la distancia justa
no empuño armas como Paco
(sí que me hubiera gustado)
cuando hay asco el romanticismo me desconoce
y el poema se acaba cuando hay asco.










jueves, 1 de septiembre de 2011

el delfín y la niña



Mi cabello rubio lacio bailando de cara al piso del baño
y el charco de sangre y el cuentito de mamá
mi infancia desprolija cocida en cuatro puntos
y mis piernas blancas que casi no conocían el dolor ni la garganta reseca.


te tomo con el vientre te rodeo te contengo te cobijo junco vírgen del agua fresca 
libre flotante plantita del universo que desconoce todavía lo que es un pensamiento
misterio que me envuelves como un globo de papel frágil de ignoto descenso y ascenso
tus raíces escondidas que traman llantos arcaicos y míos
tesoro flamante invisible microscópico 
muto en la dualidad mientras la vida vestida de relámpago se prolonga en el tiempo


lloraré con tu desdicha cada paso yo niñita de cintas azules y maltrechas que aún juega en sus recreos
amalgamaré tus risas con las mías mientras las petunias son testigos de las fotos y no sabremos quién es el lobo y quién el cordero
te celebraré diverso pájaro en tu manera de brincar y de torcer todos mis anzuelos añejos


(en vano la herencia)


que escaso saber me ha dejado la humedad del cuerpo


tanto he corrido tanto tanto 


(ojalá como ella, hasta alcanzarse)


 he gritado tanto he obedecido he sido cárcel atajo arabesco cajita musical cerrada anónima y pública escalera para las caídas y no ha habido cielos que valgan la pena desde entonces
yo niña pulcra y obediente 
sin motivo le he implorado a la soledad una muerte temprana en algún súbito ataque de llanto
acá yo, una inscripción de lo que no se nombra para cuidar la forma del poema 
yo, la reina madre con el poder sobre mi vientre y porvenir
y todo un regimiento de muñecas con vestidos y carteras
acá yo, lunas de nueve tintes con la bolsita a cuadritos amarrada en una mano
acá yo y mi febrero te aguardamos sin certezas ni brújulas para volver a dibujarle alas de tules blancos a los atardeceres (aún con cielos de cemento)


mi diminuto delfín navegante de barco velero.

miércoles, 31 de agosto de 2011

presa

escribe para dejar atrás
porque arde y pica y sofoca
el mundo con su torpeza
sus hombres sus sistemas
sus procedimientos
esa maquinaria de humo
en que ataditas las libertades
y encarceladitos los animales
se convirtieron
escribe para llenar el diafragma
porque su espejo le mezquina el aire
otros reirán otros beberán
ella supone que escoge palabras
y las coloca boca abajo
y a veces se las pone a lamer
escribe para surgir
porque se obsequia
el sentir de la humana soledad
ese que tantos
guardan abajito de la alfombra
y que pocos se atreven
ella lo saca afuera a jugar
con la excusa de un poema
lo moja con un estornudo
lo deja a la intemperie descolorido
lo amarra lo arropa con mantitas
lo trama en una taza de café
lo mide en caracteres ajustados
escribe para ocupar espacios
porque los días vienen así
el agobio le interpela en los huesos
la exhalación se alarga
hasta taparle los piecitos
y el desánimo desparrama
papeles de caramelos sin abrirlos
que gracia le quita
al vaivén de sus piernas
escribe sin imágenes fijas
sin ideas sin conceptos
desde el impulso
con la raíz escondida
porque a veces
el único abrazo
que necesita
es el suyo
y el ser
le dijeron
es una entidad
que perdura y perdura
a pesar del todo y de las partes
del mundo con su torpeza
sus hombres sus sistemas
sus procedimientos
y esa maquinaria de humo
en que ataditas las libertades
y encarceladitos los animales
se convirtieron.

viernes, 19 de agosto de 2011

honrar la vida: carta a mi hijx.


Abrí los ojos con el despertar del sol o quizás ahora que lo pienso él ya estaba despierto y mientras la luna con sus jugarretas le ocultaba el fulgor, aprovechaba esos minutos para remolonear. Hice un enorme esfuerzo por oír el canto de los pájaros, afiné el oído más y más, mi cuerpo seguía en la cama mientras yo puro y absoluto sentido auditivo me iba acercando al verde todo el verde que circunda mi departamento, no sé si alguna vez te escribí lo bonito que es vivir cercada por entre todos los miles de verdes y marrones y ocres del bosque en el que se inserta nuestra torre, desde mi arriba, donde te cobijo. Y ese parque enfrente, generoso salvático infinito. No los escuché, a los pájaros digo. Ahora mientras tipeo estas letras si. Y sin esfuerzo se mezclan con el ruido molesto de los motores de los automóviles, pero logro distinguir sus cálidas voces. Y un poco me regocijo. De todos los sonidos de mi afuera, es el que más bendigo.
Hace varias semanas que despertarme de un sueño no suele ser alentador. Tengo pesadillas de las más variadas e increíbles que me dejan, la mayoría de las mañanas un gusto amargo y una congoja en el pecho que me acompañan varias horas del día. Me despierto por la noche. A veces grito. A veces sudo. Sueño con hombres que no conozco. Con viejos amores de mi adolescencia. Con familias numerosas. Con antiguas casas donde alguna vez viví. Con campos secos y extensas playas. Con caballitos de mar y otros animales extraordinarios contra los que doy batalla. Otros pretenden comerme. A otros les temo y los quiero eliminar. Tu padre también sueña y a veces grita. Será que el también. Mi analista dice que es normal. Y también los miedos y la gran cantidad de todas las razones que me angustian. Yo en este momento me percibo a millas de luz de lo normal. Algo, un instinto, una pulsión muy fuerte emana de mi más profundo ser. Este ser que se niegue a negociar. A tolerar. Esta mujer que se niega a ser subestimada, desatendida, desvalorizada. Discrepo con medio mundo. El que no quiere reconocer que lo que a mi me sucede es lo más verdadero que le pueda suceder a una mujer. El que se niega a comprender. Me siento con derecho a reclamar, exigir a grito pelado lo que merezco. Lejos muy lejos de la condescendencia, de hacer la vista gorda, la Leona ruge. Insisto en no juzgarme y permitirme esta "locura". Sé que los que me aman, entenderán. Es una suerte enorme que esté él, mi compañero para decirme a cada instante las palabras mágicas: tranquilidad, paz, disfrute. Lo que no es tuyo, soltalo. De él, que nunca se autoproclamó zen, aprendí a ser zen. Porque a esa voz autorizada le creo. El sabe. Sabe lo que es estar vivo. Por elección.Yo en cambio, a veces pretendo que alcance con solo respirar. El sabe lo que es tener agarrado entre las piernas un suspiro, que podría ser el último. Y no porque haya leído muchos libros. El sabe porque lo tuvo aferrado hasta que se lo ganó. Y la vida fue suya para siempreEse hombre es tu padre. Un hombre que se mereció la vida. Y te merece a vos. El hombre que custodia mis noches, esperando el sueño bonito que lo sueñe a él.

lunes, 15 de agosto de 2011

ras del suelo

hay días que son así
un silencio largo larguísimo
que se extiende sin variaciones
nada de sol nada de mi nada de si
la cuchara doblándose por el mango
la única sorpresa
el vecino de arriba y el de abajo
siguen sin conocerse
todos respirando juntos
al unísono este lunes lúgubre sin fiebre
hay días en que no te hablo
porque prefiero la paz
al repugnante canto azucarado de mis palabras
almidonadas idénticas sin quiebres
te prefiero dormido
angelito flotando en el pantano mágico
hay días en que mi cuello es una pradera
y mis ojos dos llaves oxidadas
un tintero roto
derramando tinta sobre las espirales negras
de las hornallas de la cocina
hay días en que mis labios quieren ser incendio
y acaso ni distinguirse del rostro pueden
las exhalaciones bajan como ríos en pendientes
suben escaleras invisibles
rasquetean cielorazos húmedos
cubrecamas con manchas de semen
huelen pelos de gatos
pisan cáscaras de manzanas
se enredan entre mis pasos apaciguados
cualquier excusa para gritarme algún verso
hay días en que la vida se desteje
a punto arroz sobre mi regazo
y se queda desvestida la madrugada esperando a que llegue
otro alba con una catástrofe un olor a pan recién cocido
una jaqueca más intensa un ramo de alelíes
la muerte acaso dobladita en un pañuelo
o la propia sombra
que se la lleve a crecer como el pastito
allá donde haya más dicha que este lunes fulero.

miércoles, 10 de agosto de 2011

LEONA




Leona 
agazapada
de mirada contundente
interpela inviernos en su mundo sutil
cuestiona cánones añejos 
Leona
sacudiéndose los complejos
da miedo 
Leona
de innato instinto protector
Leona 
sin tabú y con talismán de corazón
Leona 
reclama roles fallas familia ausencia
y sus perdones todos
entierra su historia 
para que se libre el nuevo juego
en su hora de procrear
Leona
envuelve tiritas de locura
en teclitas de letras
y envía proclamas
a las de su especie
Leona 
maleva en su pura emoción
Leona 
no se somete ni se arrodilla
aunque sus pelitos sean rubios
y sus cantos luces celestes
Leona sabe
se prepara
para el tiempo de paz
Leona
planta órdenes distintos
donde había raíces secas
ordena los libros 
todo su patrimonio
como a ella le gusta
Leona
vuelve a la selva
para encontrarse
porque ahí es bienvenida
tiene piedad de los monos 
y su torpe semejanza
observa las artimañas 
de los cuervos
si es necesario robará
como ellos por x
Leona
no añora ser una felina de vidriera
sabe que su devenir es cíclico
y que la meta 
es volver al orígen del principio
sacarse el mote de encima
(que los de ajuera son de palo)
y re aprehender
Leona
no dudará nunca
que la sobrevivencia de su especie
será cometido de sus propias garras
que arrastran una herencia de sometimiento
Leona 
vieja
vuelve a nacer
ama
como aman
las leonas
y no como aman los hombres
obscenamente
matando a la propia cría
para luego devorársela.





lunes, 8 de agosto de 2011

deshilvanado/a

en la sinfonía N° 103 de Haydn
                                   - lo terrenal lo onírico lo cósmico lo transmutable, en la fragilidad de esto que soy -

sus latidos invisibles metidos en una semilla de amapola (y la ciencia con su verdad)

un guardián que custodia mis lunas con sus besos y su barba roja (y mis sueños distantes)

una plantita con hojas bordó y verde tan exótica que cada amanecer pierde una hoja (y qué mundano este mundo)

el amor por los pájaros de mi bosque en mis ojos metafóricos y sin alas (como una ilusión)

la cara de la misma incertidumbre desde que me parieron pegada con aloe atrás de la nuca (¿o acaso alguna vez supe algo?)

fluctuante bipolaridad oscuro claro oscuro claro oscuro claro que me define siempre a favor de la poesía (aún cuando el bloqueo)

el tiempo en su superflua extensión mío todavía y no por gran extensión de tiempo ni por lo superfluo de su naturaleza (precario tiempo)

una onza de trescientos quilos apoyándose en el cráneo con la única precaución de no huir con el peso encima (esta vez no)

una existencia manifestándose en miles trillones de células y genes y órganos y líquidos y conductos que se mueven como máquinas tragamonedas adentro mio en espiral subeybaja en circulitos en una pata y a salto de canguro 

un impulso de empujarlo todo hacia afuera lo que es de adentro y adentro lo que es de afuera y diluir la dicotomía de una vez a baño maría

mi pampa terrenal lejos cada vez más lejos cada vez más en la cima entre las uñas abajo de las orejas encima de los pómulos te busco pampa que es como buscarme a mi sombra  

y el reflejo de imágen que me devuelve,
(la soledad sigue besándome en la boca)
eso también lo tengo.


viernes, 5 de agosto de 2011

...


tiempo real
tiempo clausurado
tiempo que germina
tiempo creciente
tiempo sin verbos
tiempo de lunas
tiempo respirable
tiempo atesorable
tiempo en el cuerpo
tiempo cambiante
tiempo adentro bien adentro
tiempo que vibra y se expande
tiempo de corazón amortiguado
tiempo futuro distinguible
tiempo nuestro y no mío
tiempo de género
tiempo impalpable
tiempo inimaginable
tiempo de tesoros invisibles
tiempo de espera
tiempo de disfrute
tiempo para rezar creer amar
tiempo para perdonar
tiempo inadecuado
tiempo que duele y tironea y comueve
tiempo para ser abrir sumar procurar


tiempo
tic tac tic tac tic tac.

martes, 2 de agosto de 2011

mujercitas

fuimos educadas para tener miedo mucho miedo todo el miedo junto en grandes dosis siempre siempre
fuimos educadas para la culpa y el látigo y la senda correcta nunca jamás el atajo ese que despertaba dudas y oscuridades y bosques misteriosos porque era de noche y había que volver a casa
fuimos educadas para la prolijidad en todas sus formas la letra bien redondita las mejillas rosadas los lazos en el cabello tan largo y peinadito siempre todo en su lugar
fuimos educadas para la puntillita y el broderie en los vestidos de cumpleaños y más tarde en los corpiños conteniendo todo lo incontenible porque así las buenas amantes son más mujeres y más compradas asequibles y más deseadas y menos amadas
fuimos educadas para las lágrimas en los velorios para las flores y los osos de peluche sobre las mesas de luz contemplando de noche nuestras demenciales pesadillas donde nos ultrajábamos a nosotras mismas
fuimos educadas para el carmín y el perfume donde quiera que sea hasta en los zapatos y el brillo y los colores pasteles y las frutillas y los alhajeros
fuimos educadas para las clases de piano las piernitas cerradas o cruzadas siempre ocultando las gloriosas marcas de la naturaleza.
fuimos educadas para la belleza en todas sus formas para los momentos adecuados para no ejercer reclamos para no ser violentas para poner la otra mejilla y decir SI SI SI SI cada vez que sea necesario
fuimos educadas para la inocencia la mascarita el velo que tapa la cara de la novia en el día menos suyo de todos los días de su vida
fuimos educadas para tolerar los golpes todos y cada uno para ser niñitas dóciles que siempre hacían caso aún cuando no hacían caso
fuimos educadas para hacerle la vista gorda al poder que siempre lo tiene otro y nunca nosotras
fuimos educadas para ser observadas siempre juzgadas solo por nuestra condición de mujer.

jueves, 21 de julio de 2011

revolución

Y ahora ¿qué?. a desarmarse. como dice mi amiga poeta. a sacarse lo ajeno de encima. ahora yo. y vos. todo vos. el universo completo sos vos. y yo entregándolo todo. todo por vos y para vos. las palabras. los  poemas. los soles. los sueños. la calma que busco. la paz que merecés. el vientre entero y toda la llanura y la montaña afuera. y los versos. vos sí que me vas a cambiar los versos y los ojos. ah. los ojos. ya me los cambiaste. ahora sí el misterio. todo. en todo su espléndido esplendoroso esplendor. el misterio del que habla Gelman. y abrir. y dejar que entre la luz. y abrazar este milagro. y confiar en el presagio. que nosotros sí deseamos. y viniste porque el deseo es profundo. adentro. y siempre puede más que todas las voces todas.  las voces que ahora yo acallo para oírte. ahora yo ahuyentando aquello que te cuestione y te juzgue. alejándome de mi propio juez. porque mi amiga poeta sabe también que el mundo complota contra las mujeres que deciden ser. claramente. y ahora yo. mujer y cuerpo femenino. cuerpo de mujer. todo mío. para crear. y procrear. ahora yo y vos. juntitos. amándonos con este amor precisado. ahora yo con este cuerpo des-a-je-nan-do-me. siendo mi dueña. de-cons-tru-yen-dome. aprendiendo todo de nuevo. ahora yo volviendo a nacer con vos. nueva imperfecta inexperta. naciendo. des-organizada y vuelta a organizar. y a orgasmisar. preparándome para parirnos. y venir de nuevo al mundo. ahora yo auténtica. sutil. sensible. yo a la intemperie. con toda la piel al aire. tensa. abriéndose. vibrando. con el viento. despeinada. aliada a mi voz interior. ahora yo. la que conviene para mi. ahora yo. alejada de la imagen proyectada. ahora yo lejos de la mujer social. ahora yo con yo. yo esencial. yo primitiva. yo desde mí. yo desde mi útero. ahora yo recién dibujada. mereciéndome. mereciéndote. ahora yo. con este mandato. el mio. el mandato de mi corazón que te ama. el mandato del amor. el que te cuida y te guarda.

presagio


sábado, 16 de julio de 2011

dos

seis milímetros
tum tum tum

afuera la vida
un huracán
la advertencia
el dedito
que acusa
intransigente
desesperado
pulpo con neuronas

afuera la vida
la cáscara el cuerpo que te reviste
se detuvo
dejó de cantar
dejó de reír
dibujito morisqueta pajarito onírico vuelo nocturno en plastilina puente de tiza ramita juguete guitarra para llevar en la boca cruzar o borrar o deshacer o volver a trazar.

un pensamiento
otro
y otro
que no te acobijan
en medio del helado invierno

con bisturí en mano aparto lo que no es mío

a la intemperie el miedo
que miedo miedo miedo
empuja arremete traspasa
se pega al miocardio
como una babosa se desplaza y te cubre
de papeles de polvo de letritas de barro

allá adentro la vida
¿se teje?
¿flota?
¿pregunta?
¿duele?

en ese territorio
invisible
y real
la sangre se alborota cada día más más más más

(de eso estoy segura)

dos:

uno
tum tum tum tum
y nada menos
otro
que si que no que si que no
no se conocen

uno es la raíz en la planta del otro
y viceversa.

martes, 12 de julio de 2011

diminutiva

se cayó el velito
y ahí estás
¿te ves?
de rodillas en mitad del escalón
con cara de pollito mojado
con el premio en la mano


la calesita dió una cinco mil vueltas
y te tocó
y confundida estás
ignorando que destino darle a la sortija


en la lejanía del sol hay cierto goce


así te dejan alguna lágrima algún poema 
jactarte de tu descomunal fortaleza
vanglorearte de tus infalibles ovarios machos


ahí estás
¿te ves?
debajo de la glorieta de las uvas 
con los brillitos puestos
viendo como el caballo blanco relincha
y se aparta galopando sereno
tan firmemente decidido a no marcharse


y te tiembla la mandíbula toda del terror 


y vos adherida a la sábana de eucaliptus
con tus muñecas desnudas enfiladitas
tus bombachas de flores 
los unguentos 
desparramados sobre las fotos
asqueada ardida empachada 
ya no querés más


ahí estás
¿te ves?
te sacaste el tocadito rosado
los tules ultrajados se te mean de risa
porque el deseo y las buenas costumbres te desafían
y vos
noviecita
no podés


te quedas prisionera
adentro de tu maqueta 
des
consolada
con sol y alada
los ojos dibujados de rimmel
bailando borrachos en los balcones
y en cada trago bendicen
tu pequeñita libertad de papel glacé.

viernes, 8 de julio de 2011

cuánta decadencia

dormimos cuando y como podemos nos despertamos en medio de la noche con pesadillas nos levantamos con nudos hasta en las piernas viajamos apretados colgados sudados miramos mal feo con ganas de matar contestamos sin amabilidad leemos por arriba cojemos rápido y mal nos abrimos paso a los golpes nos atamos las suelas al piso en las frenadas de los colectivos tragamos pedazos enteros sin masticar hablamos con desconocidos  por chat no visitamos a nadie nos automedicamos tocamos de oído juzgamos porque tenemos miedo y porque necesitamos una identidad o porque qué se yo nos amarramos a cualquier bandera cantamos para pertenecer le creemos a cualquiera creemos que sabemos todo hasta creemos estar por demás informados
corremos
corremos
corremos
corremos
nos endurecemos los músculos de frío nos creemos importantes inteligentes distintos superhéroes les mentimos a nuestros niños fingimos morisquetas no los escuchamos aborrecemos las vidas de los demás y la nuestra en silencio siempre en silencio vomitamos productos enlatados celebramos la pacha mama y compramos envases no reciclables nos autoproclamamos modernos hippies capitalistas zurdos socialistas comunistas anarquistas postfeministas egocéntricos nos psicoanalizamos somos diversos tolerantes de mente abierta liberales condescendientes chapados a la antigua y suspiramos tranquilos con la etiquetita puesta
nos acostumbramos
nos acostumbramos
nos acostumbramos
nos acostumbramos

somos seres civilizados

cada vez más civilizados, eso sí
                       (y menos seres).

viernes, 24 de junio de 2011

el agua hasta los tobillos

el telón que se abre
y descubre lo oculto
las lucecitas de neón
las mismas bocinas de siempre
las llantas chirriando
y de fondo de abajo hacia arriba
de adentro hacia afuera
la lluvia
con su corolario irremediable
sentada ella con el gesto de la derrota
bordeándole el labio inferior
tapadita hasta los tobillos
helada de desesperanza
sentado él con los ojos menguados
me quiero ir a la mierda
dice
vamonos de acá
y en la mitad de la respuesta
los ojos de ella son dos baldes de agua.

buenos aires llora
a borbotones
a moco tendido
llora
porque un día ellos van a partir
y la van a dejar
con el vestido de lentejuelas puesto.

miércoles, 22 de junio de 2011

colapso

quiero un pastito adonde poner los pies quiero mis brazos estirados formando nubes quiero más cielo y más cuadros bonitos para mirar quiero más caras sin máscaras donde la esperanza sea cierta quiero un lugar vacío para viajar mecerme con las olas quiero navegar en el mar quiero un mimo que dure para siempre quiero no tener que suspirar quiero un cachito de paz del color que sea una hoja vacía para dibujar y después que sea una grulla quiero un único sonido de silencio no quiero más olor a ciudad quiero una frutilla con sabor a frutilla quiero afiches que digan una verdad quiero a mi abuela tejiendo cerca de mi ventana no quiero olor a humedad quiero una pared que me sostenga no quiero correr más nunca más quiero que la gente sea un cachito más gente menos palabras más humildad quiero mirar más a los ojos menos máquinas chocolates en frascos un piano en mi casa quiero ser un puente no una sombra de nadie ni una opción para descartar quiero palomas mensajeras con picos colorados golpeando mis vitrinas quiero que la comida esté en la mesa cuando llego a mi casa quiero una estufa prendida todo el día quiero más gracias un poco solo un poco más de generosidad quiero el olor a la tierra mojada quiero quiero los dedos negros de barro quiero que los animales sean animales quiero que los niños sean niños quiero menos explicaciones quiero un poco menos de ego quiero un regalo cada día quiero que no me moleste la ropa ni las mochilas ni pensar que tengo que recordar cosa importantes quiero menos fechas menos plazos menos preocupaciones menos obligaciones quiero yo más jugar y también y sobretodo quiero no pensar más. 

sábado, 18 de junio de 2011

fecunda



te quiero desnudo
así con las palmas ahuecadas
para que me entibien
en la oscura fiesta de la luna
con tu aliento de León
te quiero acostado
sobre mis flores turgentes
en línea horizontal
de frente al cielo
te desprendo las pupilas celestes
con mis yemas temblorosas
te rodeo con mis piernas ramificadas
abro mis labios sudorosos
para que te aventures a mi paisaje
tierra espesa fértil amarronada
de arbustos y pájaros silvestres
y te susurro jadeante
arrojá tus semillas
en este surco que se expande
que vamos a plantar
para que le crezcan gajitos
a esta pampa mía
que quiere ser una extensión nuestra.


miércoles, 1 de junio de 2011

todo se lo debemos al silencio

















nos levantamos
con la certeza
de la lagaña en el ojo


buscamos
cada día
la correspondiente sorpresa
dondequiera que se atreva


hacemos
fuerza con los órganos sexuales
para justificar la manzana y la herencia enseñada


y dejamos
que los paraguas los inodoros las pastillas las estufas se encarguen


(cúantas veces inútilmente)


apretamos cerramos movemos cortamos rasgamos tachamos cruzamos doblamos
botones bisagras cierres pañuelos manos palancas medias almanaques perillas teclas ojos puños


salivamos
tiempo
nos lo tragamos
con pelusa y todo
le hacemos
un guiño o dos
le caemos encima
sin cita previa
le exijimos lo ultrajamos lo violamos lo vapuleamos


aborrecemos la mirada de los ángeles
descreemos de su beso


maldecimos
cada gota de más en la frente
cada abrazo de menos en el tedio


encarnamos
nombres máscaras personajes que no son sino nuestras faltas
clausuramos
pensamientos
apuramos
la semilla en la tierra
le pedimos
regaderas al cielo


denegamos
permisos
porque tememos


(y también porque aprendimos, el miedo también se enseña con saña se enseña)


que al otro no le interese
ni una migaja
del campito privado


nos tapamos
ahí abajo
para que el frío
no nos deje al descubierto lo escaso poco nuestro bien preciado bien nuestro que
¿tenemos?


(elíjase sin con ene o con eme, esta vez)


enunciamos
malestares
porque si hay de bueno
la envidia y el pavor al arrebato
(otra vez el miedo pero potenciado)


nos damos por vivos en cada aguja del reloj


pensamos que el acá abajo tiene sentido
y nos atrevemos a descreer del más allá


(qué miserables)


y sin embargo
damos por sentado
los lunares en la nuca
el rocío invisible lejos balanceándose
lo espeso que se revuelca adentro del sexo
la raíz debajo de la uña
y que el párpado de noche se pliega
nuestra madre dormitando
nuestro padre haciéndole el amor


confiamos
en el poder de la cafeína
y en el aliento
estremecedor aliento peinando y desordenando el deseo el aliento


(ay si el olor fuera siempre tu aliento)


nos manifestamos
a favor de dar batalla
porque somos curiosos y más aún correctos
porque dormir es cosa de enfermos


y sobretodo
nos damos el lujo de soportar


sí, dije bien, soportar


(todo lo dicho anteriormente justifica con creces esta última frase)


en abundancia
en demasía
digamos
sin oponer resistencia


que se extravíe
el paradero del silencio


nada nada nada nada nada nada nada
tenemos nada para decir a favor del silencio




(qué insolentes)


qué poco nos lo merecemos.